Pensamientos no pensamientos negros La relación paradigmática de éstos con la muerte es un recurso fácil una mala metáfora Los pensamientos no lloran no se conduelen de sus objetos tampoco deben ser pensados como auxiliares de la razón contra la locura (Fourier no anunció sin razón las ciencias de la locura) El desahuciado observa que, en la perspectiva de la muerte, las cosas forzadas a ocupar un espacio limitado antes que a fluir en un tiempo amorfo supuestamente ilimitado se ordenan como en un cuadro de Mantegna Nunca antes se había visto así, al centro del escenario Como un santo con un león a sus pies Nunca fui un santo ni domestiqué un león lo importante es el centro del cuadro como lo veo como lo ven en el andén de la equidistancia el de ser sin que esto sea un motivo de orgullo (¿qué orgullo puede tener el que va a morir?) el centro de un pequeño sistema planetario al que, en honor a la claridad, le falta la cuarta dimensión